La red de gas es un elemento que se encuentra en la mayoría de hogares del mundo y que usamos para llevar a cabo numerosas tareas diarias. Sin embargo, se ha convertido en un aspecto tan común de nuestra vida cotidiana que muchas veces olvidamos que se trata de un elemento compuesto por gases que pueden ser nocivos para la salud o provocar incendios y explosiones. Debido a esto, les daremos 5 consejos para evitar incidentes con la red de gas.
1. SER PRECAVIDOS Y ADELANTARNOS A LOS HECHOS
Muchas veces esperamos a que nuestros bienes se dañen para luego arreglarlos. Nuestro primer consejo es cambiar esta mentalidad y comprender que, cuando se trata de la red de gas, es mejor una actitud preventiva que nos ayude a evitar incidentes. Adelantarnos a los acontecimientos nos permitirá disminuir las eventualidades que puedan ocurrir.
2. REALIZAR MANTENIMIENTO A LOS ELECTRODOMÉSTICOS
Los electrodomésticos que funcionan con la red de gas, tales como la estufa, la lavadora, la secadora, el fogón, etc. requieren una revisión periódica. Al igual que todos los objetos, estos se van desgastando con el uso y esto puede dar lugar a que haya fugas de gas no deseadas. Por eso, nuestro consejo es que, al menos una vez al año, sean revisados los electrodomésticos con el fin de mantenerlos en óptimo estado y evitar posibles escapes que den lugar a accidentes. Además, es fundamental que la revisión se lleve a cabo con personal calificado; es decir, técnicos autorizados por los servicios técnicos de los fabricantes de electrodomésticos.
3. CERRAR LA RED DE GAS ANTE CUALQUIER SOSPECHA
Este consejo es fundamental. Si tenemos la sospecha de que hay alguna fuga de gas, que se manifiesta con un sonido de aire saliendo a presión o un olor extraño, inmediatamente debemos cerrar la red de gas. Debemos estar pendientes de la red de gas, sobre todo, cuando ocurra alguna actividad sísmica, pues esto podría romper las redes y generar accidentes potenciales.
4. VENTILAR LOS ESPACIOS
Cuando sintamos olor a gas o sospechemos que hay una fuga, debemos ventilar todos los espacios de nuestra vivienda. Como el gas es natural es más liviano que el aire, se irá hacia arriba. En cambio, como el gas licuado es más pesado, se quedará abajo. En esta situación también es primordial no realizar ciertas acciones que puedan ser punto de chispa para un incendio, como tocar un timbre, prender la luz o utilizar artefactos electrónicos. Esto se debe a que la combustión entre aire y gas consume el oxígeno, y es importante que se renueve el aire. Por eso, nuestros hogares deben permanecer ventilados, incluso en los días más fríos. La ventilación puede salvar nuestra vida.
5. EVACUAR ANTE UNA CALAMIDAD
Si sentimos que el olor a gas se expande por nuestra vivienda (lo sentimos en las habitaciones, por ejemplo) y es muy potente, luego de dejar ventilando todo el sitio es necesario evacuar y alejarnos lo más que podamos de ese lugar. Este es el último paso para prevenir daños ocasionados por un accidente con la red de gas. En caso de que no podamos evitar el accidente, intentemos salvar nuestras vidas evacuando a tiempo.